La misteriosa lluvia dejó rastros de residuos a lo largo
de 320 kilómetros, entre los estados de Oregón y Washington, provocando la
perplejidad de científicos y residentes acerca de su origen, informa 'Daily
Mail'.
Algunos científicos inicialmente especularon que un
volcán en erupción en Japón era la fuente de la sustancia blanca en polvo y
otros culparon a los incendios forestales; también se sugirió que el origen
podría ser una tormenta de polvo en Nevada.
Las tres teorías fueron refutadas después de las pruebas
de laboratorio realizadas luego del estudio hidroquímico.
Un equipo multidisciplinario de la Universidad del Estado
de Washington conformado por un meteorólogo y dos geólogos analizaron la
composición química de las muestras de agua de lluvia y descubrieron que
los niveles de sodio en las muestras ofrecían otra pista: la composición del
agua tenía una fuente de solución salina de un lago seco.
De esta manera pudieron determinar que el polvo mezclado
con el agua de lluvia proviene del lecho seco de un lago poco profundo que se
encuentra a unos 770 kilómetros de donde cayó la lluvia y fue el culpable
de la inusual precipitación.