
Varias personas
resultaron afectadas por los gases, incluida Marie Louise, con ocho meses de
embarazo, quien sufrió un desmayo.
La situación se tornó
tensa en las inmediaciones del edificio del Huacal, donde los inmigrantes
tratan de completar el proceso para el Plan Nacional de Regularización, cuyo
plazo vence este miércoles.
Compatriotas de la
señora Louise llamaron al 9-1-1 para que la socorriera, pero al
retrasarse se la llevaron en brazos a la maternidad Nuestra Señora de la
Altagracia, ubicada en esas inmediaciones.
Joselín
Durosier, esposo de Lousie, dijo que a los haitianos lo están tratando “como
perros” ya que a su esposa no solo le afectó la bomba lacrimógena, sino que los
agentes la empujaron y la golpearon.
“A las mujeres
embarazadas no las pueden ligar con todo el mundo. Ellas deben tener privilegios
por su estado. Pero, como la policía no respeta eso, ahora estamos a punto de
perder al bebé”, expresó Durosier.
De su lado, Jesús
Núñez, vocero de los trabajadores cañeros, dijo que Interior y Policía desde el
sábado hasta hoy solo le ha entregado 32 identificaciones de las diez mil que
les deben entregar a los cañeros.
Dijo que hay que
entregarles esos documentos, porque de lo contrario, no van a poder con diez
mil personas.